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SINOPSIS
Enfréntate a tus demonios… o aliméntalos.
Nikolai Lantsov siempre ha tenido un don para conseguir lo imposible. Nadie sabe lo que tuvo que soportar durante la sangrienta guerra civil de su país, y él pretende que siga siendo así. Ahora, con sus enemigos agolpados al otro lado de sus debilitadas fronteras, Nikolai deberá dar con la manera de surtir las arcas de Ravka, forjar nuevas alianzas y frenar la amenaza que se cierne sobre el ejército Grisha. Sin embargo, la magia oscura que corre por sus venas se fortalece día a día y amenaza con destruir todo lo que ha logrado. Con la ayuda de un joven monje y una legendaria general Grisha, Nikolai viajará a los lugares de Ravka donde sobrevive una magia primigenia para dar con la manera de acabar con el terrible legado que habita en su interior. Pero algunos secretos no pueden permanecer ocultos mucho tiempo, y algunas heridas jamás se podrán curar. |
Atención, si no has leído anteriores entregas del Grishaverse, esta reseña puede contener SPOILERS
Volver a encontrarme con Nikolai es algo que estaba deseando desde hacía mucho, después de su gran aparición y protagonismo en la trilogía Sombra y Hueso, y ese pequeño guiño en Reino de Ladrones. Todo lo que buscaba era saber más de él, y así ha sido, salvo que no como esperaba.
King of Scars empieza con fuerza, con una Ravka con tantas cicatrices como su rey, un monstruo que deambula por las noches y estremece a sus habitantes, la jurda parem haciendo estragos en tierras distantes y un futuro incierto para la nación. Pero, por encima de todo esto, con la sombra de El Oscuro susurrando a lo lejos como un recuerdo que se niega a desaparecer.
Aún con esta premisa, la lectura me ha
dejado con una sensación agridulce.
Extraños sucesos comienzan a ocurrir en
el reino tres años después de la destrucción de la Sombra, desde un puente
hecho de huesos a un monumento que sangra, y Nikolai, junto con Zoya
Nazyalensky y su consejo formado por poderosos grisha como Genya o Tamar entre
otros, deberán buscar el origen mientras tratan de mantener el reino a flote.
Pero no es tarea fácil cuando quien gobierna es un rey roto, un rey que cada
noche sucumbe a una oscuridad que lo posee y se convierte en un monstruo, una
pesadilla. El poder de El Oscuro crece en su interior y Nikolai tendrá que
luchar la batalla más difícil de todas, contra él mismo. Aquí es donde Zoya, la
General del Ejercito de Ravka, tendrá que demostrar que puede mantener a su rey
cuerdo cuando más lo necesita.
“Yo soy el monstruo y el monstruo soy yo”
Mientras nuevos fieles se alzan
por Aquel sin Estrellas al mando de un monje llamado Yuri, al
otro lado del mapa Nina Zenik cambia de identidad. Bajo las órdenes de su rey
Nina se infiltra en territorio Fjerdano para rescatar a todos los grisha que
deseen refugiarse en Ravka, pero su camino se tuerce cuando las voces vienen a
ella. Susurros de muerte y esperanza, de venganza, de mujeres que lloran. Y una
voz por encima de todas. La de Matthias y su descorazonada promesa.
La trama avanza con frenesí cuando
Nikolai y Zoya se ven obligados a realizar un viaje hasta el corazón del mundo,
hacia donde jamás hubieran querido volver, descubriendo secretos que pondrán a
prueba sus creencias y todo cuanto conocen.
Sí, hubo momentos increíbles y
lacrimógenos, para reír con el desparpajo de nuestro rey y sentir nostalgia,
otros para emocionarse y no dejar de leer. Sin duda, me quedo con Zoya, que ha
sido el gran descubrimiento de este libro, una mujer de corazón roto, de hielo y
tormentas. Me ha encantado la química entre Nikolai y ella, esas palabras no
dichas que te pellizcan el corazón.
"Zoya de la ciudad perdida. Zoya
del jardín. Zoya la que sangró en la nieve. Eres lo bastante fuerte para
sobrevivir a esta caída"
Este libro tenía todas las papeletas
para ser mi lectura del año, estaba deseando reencontrarme con la pluma de
Bardugo y sus grandes y complejos personajes, pero he tenido que conformarme
con una historia que se extiende más de lo necesario, inconexa y, aunque me
cueste creerlo, predecible. Y es que leyendo un libro basado principalmente en
Nikolai he llegado a echarlo de menos, me habría encantado encontrar más
desarrollo en su oscuridad. Por otro lado y aunque me duela admitirlo, siento
que la trama de Nina no ha aportado nada de peso o al menos, no ha tenido un
tratamiento impactante. Ha habido mucha trama que cuenta muy poco para llegar a
un final quizás algo precipitado para mi gusto. Sí, el final es LA REVELACIÓN
que esperaba con ansias y que me aceleró el corazón, pero igualmente me dejó
algo vacía, insatisfecha.
Aún así, quiero pensar que El Rey Marcado nos está conduciendo por buen camino y que encontraremos en su segunda y más que esperada continuación las piezas que faltan, esos pequeños detalles característicos en la pluma de Bardugo, donde todo siempre encaja, donde siempre hay un motivo.
Aún así, quiero pensar que El Rey Marcado nos está conduciendo por buen camino y que encontraremos en su segunda y más que esperada continuación las piezas que faltan, esos pequeños detalles característicos en la pluma de Bardugo, donde todo siempre encaja, donde siempre hay un motivo.
Viva el Grishaverse.
3'5/5 |