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SINOPSIS Rachel y Henry son amigos desde siempre. Juntos han compartido lecturas y confidencias durante horas en la librería de la familia de él, la maravillosa Howling Books, en cuyas estanterías habitan las más hermosas historias. Pero Rachel quiere ser algo más, y no sabe cómo decirlo... Para colmo, Henry está enamorado hasta los huesos de alguien que no le conviene. Parecería una historia corriente, una de tantas como suceden a nuestro alrededor, si no fuera por esa carta que Rachel escribió antes de marcharse...Una carta de amor a Henry, escondida dentro de un libro para que él la encontrara. Pero el azar es caprichoso y la suerte complicada: sus vidas darán un giro imprevisto y el destino de esa carta seguirá un rumbo inesperado, uniendo sus vidas de manera más profunda. |
Ante todo muchísimas gracias a Teen Planet por el envío.
Esa sencilla palabra nos habla de la pérdida y el amor, de errar, madurar y saber pedir perdón. La historia comienza con el trance de quien pierde a un ser querido. Hace diez meses Rachel vio morir a su hermano Cal con sus propios ojos y nada pudo hacer para salvarlo. Solo sabe que lo intentó con todas sus fuerzas, y que jamás volverá al océano.
Henry, por su parte, a varios kilómetros de Rachel, acaba de conocer otro tipo de pérdida por enésima o duodécima vez. El supuesto amor de su vida, Amy, una pelirroja de piel perfecta y con la que había planeado tantos futuros, ha decidido poner fin a su relación de nuevo.
Han pasado tres años desde que Rachel y Henry se vieron por última vez. En tiempos pasados eran dos personas inseparables, iban al mismo colegio, compartían gustos, confesiones, tardes y tardes de momentos inolvidables. Tan unidos estaban que habían decidido pasar el día del fin del mundo juntos. Pero la adolescencia es caprichosa y Henry no asistió a su promesa, dejando a Rachel con la confesión de amor que tanto tiempo había estado preparando sin poder ser dicha. A cambio, la escribió en el libro favorito de Henry, deseando que algún día descubriera sus sentimientos.
Con esta premisa comienzan las páginas de Esa sencilla palabra, con dos planetas desorbitados que podrían, quizás, volver a colapsar.
Después de la muerte de Cal, Rachel decide que necesita volver a su antigua ciudad, apartarse del mar todo lo posible para dejar de sentir que se ahoga tal y como lo hizo su hermano. Pero está muy equivocada si cree que huyendo cerrará á herida. Pronto, el rumor de su vuelta llega a oídos de Henry y algo en él se dispara. Rachel, su Rachel, por fin ha vuelto, pero si esperaba encontrar a la misma chica risueña y encantadora sumará una nueva decepción a su larga lista de cosas por resolver. Rachel aún no ha olvidado que él jamás respondió a su confesión.
La librería familiar de Henry, Howling Books, está al límite. El divorcio de sus padres y la inestabilidad económica a la que se enfrenta la familia hará que la razón y el sentimentalismo luchen por mantener la librería. Aún más cuando la llegada de Rachel y su nuevo contrato en Howling Books reaviva tantos momentos entre ambos.
Lo que sucede a partir del tan esperado primer encuentro, os lo dejo al descubrimiento.
Esa sencilla palabra ha sido una lectura agradable y muy emotiva. En este libro viven cartas y, en ellas, sentimientos. La librería familiar es famosa por ser el hogar de las palabras escritas, tanto sus dueños como las personas que pasan por el lugar, pueden dejar cartas entre las páginas de los libros de La Biblioteca de Cartas. Esa pequeña esquina de la librería es el hogar de las confesiones escritas, de las disculpas, los recuerdos, las dedicatorias y el olvido.
Sin duda, ese detalle de la historia es lo que más me ha gustado junto con todas las referencias de autores y autoras literarias que se mencionan. Gracias Henry por ser un lector apasionado. Además, el desarrollo de dos de los personajes secundarios se da a través de las cartas que se escriben el uno al otro, y os puedo asegurar que resulta ser una historia de amor muy especial.
En definitiva, Esa sencilla palabra es totalmente recomendable si estáis buscando una lectura emotiva y ligera, de esas que quizás al acabar os robe una lagrimita.