Reseña 4 || Asedio y Tormenta de Leigh Bardugo
SINOPSIS:
LA OSCURIDAD NUNCA MUERE.
Perseguida a través del Mar Auténtico, atormentada por las vidas con las que acabó en la Sombra, Alina trata de sobrevivir junto a Mal en una tierra extraña, a la vez que mantiene en secreto su identidad como Invocadora del Sol. Pero no podrá huir durante mucho tiempo ni de su pasado ni de su destino.
El Oscuro ha emergido de la Sombra con un terrorífico poder nuevo, y con un peligroso plan que pondrá a prueba los mismísimos límites del mundo natural. Con la ayuda de un carismático corsario, Alina volverá al país que trató de abandonar, decidida a luchar contra las fuerzas que amenazan a Ravka. Pero a medida que su poder crece, Alina se pierde cada vez más en el juego de magia prohibida del Oscuro, y se aleja de Mal. Pronto tendrá que elegir entre su país, su poder y el amor que siempre pensó que la guiaría, o arriesgarse a perderlo todo en la tormenta que se avecina. |
No es ningún secreto que el universo Grisha, Alina y El Oscuro me ha dado fuerte, y es que no podía haber sido de otra manera. Devoré Asedio y Tormenta tan rápido como el primero, con ansias y con gusto, maravillada por el complejo universo que la autora nos brinda. Si bien mis expectativas esperaban algo más potente después del apoteósico final de Sombra y Hueso, la llegada de nuevos personajes y subtramas me mantuvo como sólo Bardugo sabe, deseando más.
Alina está atrapada en un boucle, debe huir de El Oscuro, esconder su poder, encontrar el segundo amplificador de Morozova, debatir entre luchar o seguir estando a salvo y aceptar su gran destino. Pese a su intento de huída Alina y Mal son descubiertos y, para qué mentir, era algo que ansiaba que pasase. Las semanas de incógnito más allá del Mar Auténtico parecieron reforzar la relación entre ambos, Mal volvió a ser el chico admirado allá donde iban y Alina la muchacha simple y enfermiza. Como siempre. Es curioso porque aunque ambos se aman y parecen felices pese a su desgracia, él la prefiere así, mundana. Está claro que Mal comprende lo que significa para Alina utilizar su poder y las consecuencias de reprimirlo, pero aún así prefiere a una Alina enfermiza y casi humana antes que a la verdadera Alina, La Invocadora del Sol. Quizás Malyen ha comprendido que la humanidad es lo único que los une. Por eso, cuando todo se tuerce una vez más y El Oscuro hace acto de presencia, no pude reprimir la satisfacción ya que, sobre todas las cosas y aunque sus intenciones no sean las adecuadas, El Oscuro acepta y ansía a partes iguales a Alina y su luz, acepta su verdadera su fuerza y su imperfecta realidad.
Por otro lado la llegada de nuevos personajes ha sido enriquecedora, un toque de aire fresco en una trama que en principio se me antojaba muy parecida a la entrega anterior. Acción, desarrollo plano pero entretenido y apoteósico final. Sin duda la aparición de Sturmhond, más corsario que pirata, y su leal tripulación son uno de los pilares de los primeros capítulos, un personaje con tanto carisma que plantea preguntas a cada página. Me gustó el sacrifico de Genya, demostrando que después de todo lo sucedido aún hay esperanza para la amistad; me encantó comprobar que, a pesar de los paralelismos, el poder de El Oscuro y Alina van en direcciones opuestas. Nuestra protagonista está empezando a comprender que cuando más tienes, más quieres, algo dentro de ella ansía alcanzar el clímax de su poder y no tiene tapujos en admitirlo, al menos en voz baja. Sus pensamientos hacia El Oscuro van in crescendo y, de no tener cuidado, el lazo que los une podría hacerse más real, más palpable. Ahora que Alina ha vuelto al Pequeño Palacio y aceptado el papel de El Oscuro entre los Grisha que aún son fieles al Segundo Ejército, la oscuridad no le parece tan ajena. Algunos la creen una santa, Sankta Alina, la salvadora, otros una impostora. Ella, simplemente, ya no sabe quién es.
La estética de la trama así como la pluma de Bardugo no decepcionan en absoluto, mantiene su línea dejándonos siempre con ganas de más, sorprendiéndonos en ocasiones claves que hacen que no puedas cerrar el libro. Sin duda esta saga está siendo la mejor lectura de este año, al menos hasta la fecha.
Llega un punto de la historia en la que ya no sabes en quién confiar. El libro acaba con un final más desgarrador que el anterior, luz y oscuridad rompiendo todos los esquemas de la pequeña ciencia, con una Alina dispuesta a dar el beso de la muerte con tal de salvar todo aquello por lo que cree.
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